Ya se, ya se, este será un post un tanto azotado y si, pero que importa, estoy pasando por una etapa de transición que hace mucho, pero mucho tiempo buscaba, etapa que también a veces me pone un poco frenética. Me cambie de ciudad y cambiarse aunque sea de casa ya resulta un tanto perturbador, no es molesto para nada, pero desorienta hasta al mas orientado.
Desde hace dos años cuando se me ocurrió enamoriscarme de un pintor un tanto loco el destino parecía que no quería perdonarme de no se que mal karma, pero todo en lo que yo ponía fe se lo llevaba así como así el viento, había planeado tantas veces venirme a vivir a esta gran urbe, pero siempre lo retrasaba por miedosa a decir verdad y llegar aquí fue mas un arrebato que un plan y mi arrebato resulto romper con esa maldición, al parecer todo va de rechupete y espero no atragantarme y terminar desilusionada, aunque es una posibilidad que la tengo bien contemplada, pero por el momento estoy contenta.
Este viaje me cambia día a día, para los que me conocen en mi hábitat natural, saben que la persona mas sociable no soy, que soy desconfiada a veces hasta el absurdo, que me da pavor y ansiedad hablar con gente desconocida, y que solo en la borrachera soy un ser deshinibido y suelto cual ave en los cables de luz, pero en el escaso tiempo que tengo aquí creo que comienzo a desarrollar una sociabilidad desconocida, una sinvergüencería no propia de mi ser de antaño, camino por las calles y no tengo miedo de preguntar hacia donde debo ir, si hay gente desconocida platico con soltura y sin temblar como maraca en el estadio azteca. La anécdota mas importante se dio el martes que fui a entrevistarme con una chica que no conocía que tiene una chispa que produce miedo y apego a la vez, es como una mama que sabes que te va a regañar y a la vez te va a proteger y aparte, me hizo reír mucho. En fin, fui hasta su casa, por que ahí era la entrevista, con ella vive una chica alemana lindisima y un chico pesimista pero bien buena onda, con los tres estuve bien, platique con soltura pensando que era por que ya me había echo a la idea para no tener pena alguna, mi sorpresa vino cuando comenzaron a preparar bocadillos para una fiesta, me invitaron pero negué excusándome con el “tengo otra cita”, la verdad en ese momento si entre en pánico, me sentía como perrito abandonado enmedio de una jauría de perros de mirada malosa y dientes afilados, pero mi negativa llego en el momento del primer timbrazo a la puerta, así que de correr nada, salude y me presente con los primeros invitados una alemana y un chico de aquí, cuando me decidí ha agarrar mis cositas y salir corriendo, sonó el segundo timbrazo y así fueron llegando en el transcurso de una o dos horas, para no hacer el cuento mas largo, termine la noche bailando con todos los asistentes a tan buen jolgorio, platicando, intercambiando correos, aprendiendo palabras en alemán y adoptando a un nuevo estilista en esta nueva ciudad (y también nuevo fotógrafo para mi obra).
Antes de ese día también conocí a un chico que vive en Jalapa al cual extraño ahora que no esta aquí, nos conocimos esporádicamente un día que lo llevábamos a la central de camiones, me pidió mi teléfono y mi correo para ponernos de acuerdo por que regresaría pronto y tenia un festival de reggae al que me quería invitar, aunque a mi el reggae ni me gustaba. A la siguiente semana, llego y me marco y que nos vamos al festival y que me presenta a dos amigas y que ahora ya me gusta el reggae por que me la pase rebién, de ahí nos volvimos inseparables por los cuatro días que estuvo aquí, se convirtió en mi guía turística y en el que me seguía la corriente con los antojos (también en un buen amigo), me llevo a conocer la mejor vista de esta ciudad y a tomar pulque, así como a conocer el centro histórico y algunos otros lados.
La neta la ciudad para mi ha sido de lo mas noble, salvo por una que otra persona, mi estancia aquí ha sido placentera, ya aprecio esta ciudad y aunque a veces me pierda por ahí, se que se abre un nuevo mundo para mi o que al menos algo nuevo tengo que aprender, ¿ será? aun no lo se, pero de que esta experiencia me cambia día a día lo hace, hay días en los que extraño el terruño, los amigos, la mamí, la vida confortable con comidita, carro, mi cuarto, mi estudio, mis pinceles, mis óleos, las certezas de saber que conozco mi ciudad como ninguna otra y que si me pierdo podré regresar sin ningún problemas como gato con buen sentido de la orientación, pero ya mi ciudad pues no me ofrecía nada, y yo comenzaba a echar a perder relaciones amistosas por que andaba toda desequilibrada y no sabia dilucidar si lo que hacia era bueno o malo, estaba apática en cuanto a lo que podía encontrar allí, en cualquier sentido y ese letargo comenzaba a afectarme de muchas manera.
Cuando llegue aquí un amigo me pregunto que si huía de algo y si, si huí de algo, huí de ese yo en el que me estaba convirtiendo, fuera de lo malo de las relaciones amorosas o de si aun quiero a alguien de quien pueda huir, me aleje de mi y de mi nula pasión con la que me levantaba día a día, mis musas comenzaban a molestarme por que no las escuchaba y mi cabeza andaba divagando siempre en salir de ahí para poder producir, ahora salí y tengo muchas ideas y vivo de manera diferente, yo no se si esta buena racha dure por siempre por que nunca pasa así, pero de que al menos tengo la seguridad de que por un momento algo bueno esta pasando. Yo tengo que agradecerle a este amigo que me pregunto esa pregunta a la cual yo no quería darle respuesta, también tengo que agradecerle que el en parte me ayudo a tomar la resolución de venir para acá, tal vez para el sea poco, pero para mi... que puedo decir.
Y eso que yo solo venia por una semana...
