Libre (escritos del pasado)

Camino, camino, a veces doy algunos brincos, a veces bailoteo en el aire, mis pies son de cera que va derritiendose, dejando marcas por el pavimento, por el cesped, por la intensidad del sol, sonrio, si, siempre sonrio por que soy feliz y me voy arrancando los pies, comiendo pedazos como un animal voraz, flotando por el aire.   Nadie puede detener esta euforia y me expando, a veces es tan dificil reir y luego me encuentro frente a ti, me das la mano, me acaricias, me dejas ir, me reencuentras y voy sonriendo, tus lagrimas en los botones de la camisa y tu autismo es casi fatalista, casi desgarrador, me hace levitar, tu dolor me satisface, me llena de placer...



Ya soy libre.

This world is only gonna break your heart

Cuando estamos enamorados establecemos un dialogo interno con nosotros mismo, la otra persona nos refleja por que es nuestro espejo, nos cuestionamos, ideamos, deseamos, pensamos e intentamos que la otra persona pueda conocer lo mejor de nosotros.  Es una búsqueda exhausta ya que a través de esta vamos encontrando nuestra identidad.  El amor nos define, el otro ser nos define y extrañamente todos vamos buscando algo que no conocemos, tema cliché de las películas, de las canciones, de los poemas, algo que nos dicen que mueve el mundo y hay andamos nosotros por los caminos buscando y buscando al amor sin saber ni que forma, que olor, que apariencia tiene.  Hace tiempo que pienso que no existe y que solo es un invento para que los seres seamos cada vez mas y mas miserables, es una treta del destino para que cuando llegue la señora muerte nos agarre derrotados, con la mirada desencajada y las manos muy heladas, gritando que no pudimos encontrar al amor, ¿donde putas se esconde? Y así la muerte no batalle tanto en seducirnos y llevarnos hasta su morada, claro que también hay seres que por la desesperanza prefieren colocar una soga alrededor de su cuello y pegar un leve saltito hacia la nada, por que sin amor, ya no les queda nada mas…

Yo voy por la vida inventándome mundos dentro de este mundo, soy una buscadora incansable del amor, digo, por que me encanta eso de buscar imposibles, solo que en mi destino estaba escrito que los hombres que yo mas quisiera en lugar de amor, me iban a mostrar entre sus manos la manera menos engorrosa de hacer añicos un corazón y uno hasta la manera mas pendeja de quedarte casi sin dedos.  Creo que dejare las búsquedas imposibles, sino este corazón no me dará tregua y comenzara a vomitar sanguijuelas y a idealizar seres convertidos en sal.

Pd: Yo encontré al amor, pero como tengo esa tendencia de perder todo lo que tengo en las manos, pos también lo perdí, no esta ni en mi bolsa, ni en las bolsas de mi abrigo, ni en mi cartera, ni en mi cuarto, ni en mi carro...

Caracolas

Tengo horas sintiendo un frió espantoso en los pies y parte de las piernas, sin embargo me moví hasta que salí del sopor y los sueños.  ¿Sabes? Hace tiempo que vengo pensando en regalarte caracolas, a mi las caracolas siempre me hacen soñar, antes solía tener una enorme que de vez en vez cuando me embargaba la tristeza la ponía sobre mi oído, me hacia sentir como si estuviera en una playa de arena muy roja y mar muy azul, extrañamente nunca pienso que clima hay en mis sueños pero ahora mientras divagaba tuve ese recuerdo y el mar era muy helado. 

Quisiera tener muchas caracolas para ponerlas sobre mis oídos, cubrirme de ellas, así podría dejar de ir por la vida lastimándote y lastimándome y lastimándonos.  Cuando dijiste que lo que escribía era horrendo, quise escribirte las cosas mas bonitas, las mas adornadas, las mas rimbombantes, las mas ilógicamente románticas para demostrarte que también escribo cosas hermosas pero deje de ser una mentirosa hace tiempo y esos hábitos no es bueno recordarlos, aparte creo que las caracolas podrían decirte cosas mas felices sin palabra alguna.  

El sonido de las olas rebotando en una playa gélida y un atardecer en plena primavera no necesitan demasiada fonética articulada, tal vez solo un poco de esfuerzo de nuestro amigo el imaginal, aparte uno puede acompañarse en los sueños del ser de preferencia, al que mas se quiere, al que mas se desea, al que mas se ama.  Por lo general en los sueños puedes controlar las lagrimas, las risas y puedes ser todo lo feliz que se quiera ser, tal vez las caracolas te harían mucho mas feliz de lo que yo puedo hacerte y seria un regalo que yo te daría desde lo mas profundo de mi corazón y si tu lo deseas podría ir de tu mano en los sueños que estas te provocaran. 

Si en estos momentos yo tuviera cerca una caracola le pediría que me llenara de sueños donde estuviera rodeada de orquídeas púrpuras en un bosque verde observando el espectáculo de seres álgidamente largos y delgados que bailan al ritmo de the knife, vestidos con medias de rombos y corsets ajustados, seres que poco a poco me revelarían los secretos de un mundo inexistente en el oído mientras danzas con sus cuerpos torpes y ligeros, tan ligeros como las flores de orquídeas.  Seguro estarías conmigo, me reiría de tu cara y tus ojos asombrados al ver a mis súbditos y te daría muchos besos que alternaría con los secretos recién confesados… 

Por desgracia es el defecto que tenemos los soñadores y nuestros regalos mas preciados no son tangibles, ni palpables, solo se pueden escribir o dibujar, así que me quedare con las ganas de regalarte caracolas que te provoquen felicidad, a menos que quieras acompañarme alguna vez por el mundo de los sueños…

La revancha de los peces.

Ya no recuerdo si fue sueño o paso en realidad, yo tendría como unos 4 años, estaba en la regadera con mi madre, cuando del grifo comenzaron a salir miles de peces dorados, que (lejos de la apariencia que todos tenemos grabada en la mente) eran horribles, casi como mierda que caía sobre nosotras recordándonos que éramos pecadoras. Sólo los recuerdo cayendo sobre nuestros cuerpos desnudos, el agua muy turbia, las paredes muy sucias; yo quería abrazarme a mi madre, meterme entre sus piernas y que esos seres no me ensuciaran más de lo que este mundo nos ensucia en el momento de nuestra llegada.

Hoy me senté en el piso de la regadera y me encogí para llorar, pero fue imposible, con el tiempo uno va perdiendo la sensibilidad y las lagrimas, sólo nos queda la sensación de muerte en el pecho. Hoy quise que cayeran sobre mi cuerpo miles de peces dorados y que con sus pequeños dientes me devoraran lento, lentísimo; quise estar muy sucia, tener la sensación de podrido en la boca y en el paladar para saborearlo sin sentirme apenada, que de mi vagina salieran miles de gusanos desangrados por no poderme fecundar, que la sal secara mis ojos y mi alma, para así no poder ver hacia el pasado, no recordar: dejar de existir en los recuerdos y que los recuerdos dejasen de existir. Hoy tenia ganas de que miles de peces con los ojos inyectados de lujuria y gula -y el cuerpo regocijado en soberbia y furia- me dejaran sin aliento: tuve ganas de matar a mi madre y a mi padre para que no me recordaran de dónde vengo y el por qué no puedo dormir noche tras noche; quise lacerarme para despojarme de este pedazo de carne que es el cuerpo en el que habito, quise ir a entregarme al ser que me violentó y decirle que lo odio como a nadie solo para invadirme de su maldad y dejarlo limpio, expiarlo de sus pecados… quise dejar de ser yo y vivir en un mundo donde no haya, no exista, donde hayan matado a tiros a la felicidad, donde no haya esperanza, donde no haya alivio, donde no haya cuerpos voluptuosos o frígidos que se entregan al placer mundano o al placer de Dios.

Pero de que sirve desear, si siempre que yo deseo, siempre, alguien desea mucho más y los peces dorados me dan la revancha dejándome con las lagrimas hundidas en la mirada, la cara clavada entre las piernas y la sensación de muerte en el pecho…

Silencio

Un par de minutos después de intentar decidir que canción de Eric Satie prefería escuchar a eso de las 10 u 11 AM., escogí Gnossienne no. 1, me provoca ganas de llorar , después viene Gnossienne no. 3 y las ganas siguen siendo incontenibles, pero que va, yo ni ganas de contener las lagrimas tengo, por que cuando se esta solo uno puede llorar sin razón y no sentirse vulnerable, uno puede abrazarse sin sentir vergüenza ante uno mismo, sin sentir miedo y así nomás dejar escapar las lagrimas.

El valor de las lagrimas

Cuando se es niño te enseñan la premisa de que hay que buscar la felicidad, te enseñan a reír, a jugar, a crear personajes idílicos, te crean un mundo de ilusión en torno al amor, al matrimonio, a una carrera, a los hijos, etc.

A ninguno nos enseñaron como manejar el dolor, como soportar la opresión que se siente en el pecho a punto de estallar, como manejar esa sensación de querer salir huyendo a ninguna parte, arrancarte las ropas, los cabellos y dejarte sin sangre en el cuerpo. Nunca nadie nos dijo cuanto servia llorar, ni mama, ni papa quisieron enseñarnos el valor de las lagrimas, así que las personas nos damos cuenta de su valor cuando somos violados a los 3 años, cuando encontramos a nuestro hijo colgado y amoratado, cuando nos abandona nuestro padre, cuando nos dicen que moriremos de Sida, cuando nos rompen el corazón o cuando nuestra madre se va quedando sin cabello, sin fe y sin amor… 

Lloramos para liberarnos, para detener la necesidad de correr por las calles, de perdernos en la locura.  Cuando vamos creciendo no se nos permite cuestionarnos, por que nuestro patrón de vida ya esta tan establecido, crecer, nacer, reproducirse y morir.  Cuando nos rompen el corazón, cuando nos dejan sin alma, cuando quedamos sin consciencia, las lagrimas no suelen ser el único consuelo, por eso tendemos a correr, a despojarnos de las ropas, a lacerarnos el cuerpo, la mente y a desgarrarnos poco a poco por dentro.

Todos esos seres que ven por ahí corriendo, desnudos y sin consciencia representan la locura de la sociedad.  Ellos corren y se despojan de sus ropas para liberarse del dolor, para perderlo todo, al fin si ya perdieron a un hijo, un padre, un amor, no les queda nada.  Corren para no sentir, para que el aire se lleve la tristeza, se quitan las ropas, las avientan por ahí y quedan desnudos para regresar al principio donde no sabíamos que era felicidad o tristeza.  

Son seres que perdieron la razón por el dolor.

La vita e sogno

Tengo 4 adicciones en la vida, el alcohol, las drogas, la nicotina y el amor, las acepto así como son, por que tienen su razón de existir en mi y no, juro que no es la justificación de una alcohólica o de una junkie, tampoco diré lo que dicen todos, yo no las dejo cuando quiera por que no es tan fácil,  a mi me gustan las drogas y el alcohol por su rapidez para transportarme a una distinta realidad, estoy segura que cuanto mas tiempo pasa me desencanto mas del amor, la amistas, el exito o la moral que alguna vez mama trato de enseñarme y que yo muy poco aprendí.

Soy a veces tan inocentona que aun aspiro a tener uno de esos amores en los que se vive como en sueños, de esos amores que a uno la vuelven loca, de los que encarnan la poesía en las vísceras, en el sexo y en el corazón, a mi me gustan esos amores locos y prosaicos en los que la vulgaridad tiene un halo de infinita elegancia, donde uno pierde la cabeza, el corazón, el cuerpo, a veces hasta el alma y uno anda por ahí solo dando tumbos por los pasillos a eso de la medianoche esperando y encontrando al amor, ese amor que no solo comprende sino que hace suya la locura del ser amado.  Las dos manos y las miradas se entrelazan en un eterna comunión que solo puede llevar a la muerte.  Aun creo que existen esos amores o que siempre existieron o que algún día existirán y que vendrán por aquí a enseñarme que los sueños y la teatralidad del imaginal existe.  Yo creo en esos amores que lo llenan todo de luz, con olor a lilas y flores de cerezos.  También creo que tengo una divergencia psicológica por eso la moralidad de mi madre quedo debajo de mis pies o escondida debajo de mi cama.  

por eso agrego una pastillita azul a mi paladar, para así poder recordar que en mi mente y en la mente de algunos otros aun existen esos amores que borran la cabalidad y nos llevan por el camino de la lúdica y los sueños…

De Papá y otro hombres...

Mañana se cumplen 12 años desde la ultima vez que estuvimos juntos los 3 como una familia.  Recuerdo que en mi niñez odiaba festejar mi cumpleaños con otros niños, para mi era mejor solo un pastel con Mamá y Papá el cual siempre ponía música clásica por que a los dos nos gustaba, a mi mas por imitación y a el por gusto nato.

Era el 2 de enero de 1995, yo cumplía 11 años, ese día me puse un vestido blanco con rojo, me veía toda bonita, recuerdo que esperamos sentadas en la sala, las dos en silencio, había un mutismo extraño, un mal presentimiento en el ambiente, el llego, sombrío, toda la noche se sentía tensión, papá no era ese bonachón habitual, no hablaba mucho, no nos decía apodos, estaba allí para despedirse, sin palabras solo con su mirada. 

Ya no pueden romperme el corazón otros seres, por que el corazón lo llevo roto desde los 11 años… Yo solía ser la niña de papá, éramos un par de soñadores que imaginan aviones de madera que construiríamos juntos y yo lo volaría, en las noches oíamos discos hasta las 4 de la mañana de Bethoveen o Debussy o Chopin y me regalaba libros que después discutíamos, todos los sábado íbamos de día de campo, siempre me hacia caso en todas mis loqueras, como no usar spray sino limón para eso de no dañar la capa de ozono o recoger animales lastimados para aliviarlos y después dejarlos libres, nunca censuraba mi idealismo como la mayoría de los padres. 

Después de que papa se fue tuve las peores pesadillas, solía sentarme en un sillón y abrir la puerta para escuchar si llegaba o llamar a casa de mi abuela pero se me quebraba el valor y colgaba.  La depresión mas fuerte que he tenido fue después de que el se fue, llegue a durar mas de una semana metida en cama, sin levantarme y sin comer.  En esa época aprendí a abstraerme, a crear cuentos en el aire, a escribir poesía tonta en la que hablaba del amor como hasta la fecha, hablo de los mil y un enamoramientos, de lo maravillosos que son y me abstraigo pensando en que eso es el amor, aunque yo sepa que ni es cierto.

Pasados unos meses, yo me entere de que mi papá había dicho que era mi culpa el que se hubiera ido, también me entere que se había casado.  Hoy yo no soporto la presencia de otras mujeres (en el sentido muy estricto de la palabra, no las soporto, reales, virtuales, mentales, no, no puedo) en mis relaciones, despiertan mis demonios, me hacen recordar que por culpa de una mujer el jamas volvió a hablarme en algún cumpleaños, graduación o sábado de día de campo. 

En mis relaciones suelo ser bastante flexible, no me enojo mucho ni fácilmente, no tengo problemas de las platicas de amores pasados, soy paciente con el mal genio, puedo a veces hasta tolerar las mentiras,  inclusive el que no me vean a los ojos y que se hayan cogido a todas las mujeres que los rodean pero lo que no puedo soportar es la presencia de otra mujer dentro de mi relación por que le tocan la puerta a esos demonios que habitan en mi cabeza y mi cabeza comienza a maquinar, me abstraigo y pienso en flores de cerezos arrastradas por el viento, mientras oigo música que me recuerda a papá.

Mañana es mi cumpleaños y generalmente quiero hacer una gran fiesta para borrar las huellas del pasado pero no se puede, esta vez quiero estar sola, que nadie me llame y tener otra vez 8 años, que mi mama haga su famoso pastel, que papa venga con algún lindo presente para mi y que todo se quede así como un cuadro renacentista visto por un pintor voyerista a través de una ventana, observados y perdonados por el dolor a seguir el transcurso de los días, dejar de toparnos con las sorpresas, las lagrimas y las risas.  Quiero vivir en un cuadro en el que el cielo sea mucho mas hermoso, lleno de luz.  Quiero que seamos una fotografía de una familia feliz, rodeados de colores muy vistosos, todos con una sonrisa y la mirada muy triste, cortinas de bolas y muebles retro, peinados engominados y cabezas de conejos que cuelgan desangradas de las lámparas de luz, mi cabeza embutida en un pastel amarillo. 

Hoy mi cabeza tropieza con cada idea, ni siquiera estoy coherente, siento como si dos seres me rodearan, se pelearan las palabras y debatieran entre lo bueno, lo malo o lo peor.

 Será bueno darle vacaciones a la razón por un tiempo…