Tuesday, October 21, 2008

Mi primer beso

Cuando tenia cuatro años nos tuvimos que mudar de ciudad un tiempo mama y yo, así que por ese tiempo estuvimos viviendo en casa de la abuela y como son todas las familias conservadoras de antaño vivir con la abuela significaba también vivir con la hermana de mi mama, con mi tío (que ahora es mi abuelo bonito), sus ocho hijos y una nieta, la cual es mi prima favorita en todo el mundo.


A un lado de la casa de mi tía (ahora es mi abuela) había unos departamentos pequeñitos, en el primero vivía Iván con sus papas y una hermana que parecía un globo terráqueo.   Iván era un niño de ojos almendrados y cabello bonito, el era mi novio y Saúl que vivía en el cinco si mi memoria no falla, era el novio de mi prima.  Nos hicimos novios un día que estábamos en casa de la abuela/tía jugando a las escondidas, nos metimos abajo de la cama para escondernos, entonces el, que aun era de esos caballeros que cabalgan en corcel, me pidió que fuera su novia, me supongo que el corazón se me desboco como caballo asustado, por que esa edad los niños se enamoran de tal manera que también se les desboca el corazón.  


No había tarde en la que Saúl e Iván no llegaran corriendo hasta la puerta, nos gritaban muy románticamenteMorrassssss! ya llegamosssss!” y nosotros salíamos como princesitas de cuento.  Mi prima si era una princesa de cuento, siempre andaba toda peinadita y con vestidos de vuelos.   Dormía con un muñeco pelón que se llamaba “Eddy” y tenia muchos pretendientes, mas que yo (en realidad yo solo tenia a Iván), desde niña le instalaron el estereotipo de novela o de cuento de princesas, inclusive, la vestían como tal y le hacían los peinados de las protagonistas de las novelas de televisa (jijiji bien patético).  Yo a veces quería ser como mi prima, por que a ella siempre le decían lo bonita y bien portada que era, a mi siempre me decían que era muy diablo y eso pues a mi corta edad me parecía muy feo.  Yo era una niña Flacuchenta con ademanes nerviosos, era tan vaga que a esa edad choque el carro de mi madre, el cual quedo inservible, y de paso me lleve la barda de la vecina, siempre andaba toda despeinada y odiaba los vestidos, tampoco tenia ningún muñeco pelón con nombre y ni siquiera me gustaba jugar a las muñecas, mis primas mas grandes ahora confiesan que pensaban que iba a salir lesbiana.


A mi prima la hicieron medio lenta desde chiquita y a esa edad tenia un reducido lenguaje, el cual pronunciaba mal, por mi parte yo era una niña bien precoz y no es mentira, la maestra decidió que yo ya no podía seguir en el kinder por que necesitaba convivir con niños mas grandes para que mi madurez no se echara a perder, aunque mucho me temo, que eso si paso...


El meollo de esta historia es mi primer beso.  Un día de primavera estábamos Iván, mi prima y yo en el jardín de la abuela comiendo tréboles (sabían bien sabrosos), mi prima comenzó a gritarnos bien tontamente: “BESO CHUNGOOOO, BESO CHUNGOOO” que para su corto lenguaje significaba beso segundo, en su idea novelesca había clasificado los besos de la siguiente manera: Beso primero era igual a beso de pico, beso segundo era igual a beso con un poco de contacto de lengua y beso tercero igual al denominado beso francés (estas niñas de hoy están tremendas!).  Cuando ella comenzó a gritar yo me puse roja como un tomate y comencé a escupir los tréboles, desde esa edad prefiero envalentonarme y tragarme la vergüenza, así que le dije a mi prima que nos dejara solos.  Iván entorno los ojos como un bobo y se me dejo ir encima, recuerdo que yo apreté los ojos y pare la boca cerrada a cal y canto, el me besaba como había visto en las películas, yo mantenía la boca convertida en una tumba, pero eso si, parada por que así lo había visto yo en la películas también.  Sorpresa me lleve cuando al terminar mi primer beso, hasta mi abuelo estaba en la ventana viendo el espectáculo de su nena.


Ya mas grandes y con mi carácter precoz como había dicho mi maestra de kinder, mi prima fue el arma para que yo me besara a unos cuantos chicos.  En la adolescencia ya no quería ser como mi prima, pero me enojaba que siempre pensaran que yo era la que la pervertía por que era boba mas no inocente.  La abuela pensaba que a los quince años le llegaría panzona, pero no, ahora a mi edad la abuela ya me ruega que tenga un hijo aunque sea fuera del matrimonio, por que como ya me quede pa’ vestir santos pues prefiere que cometa el pecado a que me quede sola.  La abuela siempre tiene sus puntadas, me supongo que se niega a entender que vivo en el pecado desde hace muchos años, por que precoz si fui, ni pa’ que negarlo, ¿que no se supone que con ese beso se los demostré?.


Mi prima que era toda tontita y siempre se hacia la inocentona, pos si llego panzona a las primeras de cambio y a la abuela no le quedo de otra que aceptar que las listas si ganan, aunque se queden pa' vestir santos... 


Y mi primer beso fue un asco, bu!.

2 comments:

GOMÍS said...

Un muñeco pelón???...

Cal y canto viene siendo igual que a piedra y lodo???

Si hubiéramos juegado (sí, del verbo juegar del chavo del 8) a las escondidas o como diría Flanders: escondidíllas, seguro te hubiera pedido que fueras mi novia... En mi época de chamaco estar debajo de la cama me hacía fantasear... Con el tiempo todo cambia y ahora es al revés...

;-)

Disiecta said...

Sr. Gomís:

Claro un muñeco pelón! que no es lo mismo que uno de carne, ese era feooooo! y si cal y canto es lo mismo que piedra y lodo.


Claro que si uste' me hubiera pedido eso, hubiera fantaseado abajo de la cama, pero en el momento del beso pues... hubiera abierto un poco mas la boca...


Jajajaj claro, todos fantaseamos al revés, por que lastima no cabemos abajo y arriba es mas acolchado!